
En Red Floral seguimos sumando florerías que marcan la diferencia. Hoy presentamos a Alta Flor, un emprendimiento con ocho años de trayectoria que transformó su modelo de negocio para adaptarse a las nuevas tendencias del mercado, manteniendo siempre la calidad y la atención personalizada como sus principales fortalezas.
Alta Flor nació en Copiapó como un local físico, pero con la pandemia debió reinventarse. Pasó de ser una florería tradicional a un taller online que hoy atiende Copiapó, Tierra Amarilla y sectores cercanos. Este cambio no solo permitió optimizar recursos, sino también mejorar la experiencia del cliente, ofreciendo pedidos digitales y seguimiento completo de la entrega.
Carolina Barrera, fundadora de Alta Flor, se propuso romper con los arreglos convencionales que predominaban en la zona. Incorporó flores como tulipanes, anémonas y ranúnculos, además de trabajar en presentaciones más elegantes y modernas.
Pero no se trata solo de diseño. Alta Flor destaca por una atención personalizada y transparente, informando al cliente en todo momento: fotos del producto antes de la entrega, confirmación de recepción y envío del comprobante tributario.
“Queremos que las flores sean parte del día a día, no solo para cumpleaños o aniversarios”, dice Carolina. Alta Flor busca cambiar la idea de que regalar flores es para ocasiones contadas. Ahora son detalles para sorprender, alegrar y decir: “me acordé de ti”.
Unirse a Red Floral fue natural. Ambas marcas comparten una visión: servicio confiable y comunicación transparente con el cliente. “Cuando vi que Red Floral enviaba fotos del producto, avisaba cuándo salía a reparto y confirmaba la entrega, dije: ‘esto es lo mismo que hacemos nosotros’”, comenta Carolina.
Ahora, gracias a esta alianza, enviar flores en Copiapó es más fácil que nunca. Puedes elegir un diseño único, con atención personalizada, y hacerlo desde cualquier parte de Chile (o del mundo).